" Un gesto revolucionario"



"La renuncia de Benedicto XVI no es un abandono por cansancio, la fuga de un boxeador que se baja del ring. Es un gesto lúcido, racional, previsor, a su modo revolucionario para la historia de la Iglesia. Signa el fin de la tradición del papado de por vida, y se convierte en un ejemplo y en una sugerencia para los papas futuros: la advertencia de que en la era contemporánea, un papa exhausto psicofísicamente no debe seguir siendo un símbolo, mientras son otros los que gobiernan en la sombra....." sigue