Día de la madre

El relato, mencionado en una conferencia por la antropóloga de la alimentación Patricia Aguirre, tiene el encanto mítico de las leyendas. Tras guerrear durante siglos, dos pueblos del Cáucaso decidieron pactar una paz duradera: intercambiaron la leche de las mujeres que estaban amamantando y así hermanaron a la generación más joven. Transformados en un solo pueblo por un vínculo que consideraban tan sólido como el de la consanguinidad, lograron revertir una interminable historia de conflictos.
Para Aguirre, éste debe de ser uno de los casos más extremos en los que la llamada "hermandad de leche" consolidó vínculos entre grupos humanos. Pero la lista puede ampliarse: de las nodrizas consideradas "segunda madre" por la nobleza persa a la utilización de los lazos de leche en la regulación de los matrimonios entre la cultura thai o en el armado de alianzas políticas en Paquistán y en la Europa medieval, el tibio fluir de ese preciado líquido ha demostrado ser bastante más que un aporte a la biología de la especie.
¿Cuánto de esta rica simbología perdura en los modernos bancos de leche? Impulsados por la actual revalorización de la lactancia, regulados por el saber médico y marcados por la asepsia, los controles microbiológicos y el anonimato de las donantes, a simple vista parecerían estar muy alejados de aquellas enormes, quizás ingenuas e instintivas nodrizas que poblaron la historia de la humanidad. sigue

Nodrizas del siglo XXI

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