Beagle

Benedicto XVI recibió a las presidentes de la Argentina y Chile, en el marco de la conmemoración del 25º aniversario del acuerdo de paz por el canal de Beagle. “El tratado fue una solución digna” dijo el Papa.
En un discurso pronunciado delante de las presidentas Cristina Fernández y Michelle Bachelet en el Vaticano, el sumo pontífice evaluó que el acuerdo firmado hace 25 años "forma parte de la gran historia de dos nobles naciones, pero también de toda América latina". "Este acontecimiento que hoy conmemoramos forma ya parte de un ejemplo luminoso de la fuerza del espíritu humano ante la barbarie y la sinrazón de la violencia", destacó Benedicto XVI, en la Sala Clementina de la Santa Sede.

El Papa leyó su mensaje en español ante las delegaciones de ambos países vecinos sudamericanos y referentes eclesiásticos, entre ellos el arzobispo José María Arancedo, vicepresidente segundo del Episcopado argentino. Ante las dos jefas de Estado el pontífice advirtió que la paz también se preserva cuando los gobiernos luchan contra "la pobreza y la corrupción, el acceso a una educación de calidad para todos, un crecimiento económico solidario, la consolidación de la democracia y la erradicación de la violencia y la explotación, especialmente contra las mujeres y los niños".

"La consecución de la paz, en efecto, requiere la promoción de una auténtica cultura de la vida, que respete la dignidad del ser humano en plenitud, unida al fortalecimiento de la familia como célula básica de la sociedad", subrayó, en alusión a los proyectos para despenalizar el aborto y permitir las uniones entre personas del mismo sexo que se discuten en los dos países.

A juicio de Su Santidad, la firma del Tratado de Paz y Amistad fue una "solución digna, razonable y ecuánime" que evitó el conflicto entre las dos naciones hermanas. El Papa consideró que el tratado "está indisolublemente unido" a la figura de Juan Pablo II, a quien definió como "un mensajero y artífice de las paz, que no dudó en aceptar la delicada y crucial tarea de mediador".

Asimismo, destacó la "ayuda inestimable" en ese proceso de cardenal Antonio Samoré, quien, precisó, "siguió personalmente todos los avatares de esas largas y complejas negociaciones, hasta la definición de la propuesta que llevó a la firma del Tratado".

Antes, el Papa recibió en audiencias separadas en su biblioteca privada a Fernández de Kirchner y Bachelet, en ese orden. Las presidentas obsequiaron en conjunto al Papa un bajo relieve de cobre con un grabado de América latina y las inscripciones de Juan Pablo II y Benedicto XVI. En tanto, el Papa les regaló una medalla de su pontificado.

La histórica mediación papal de 1978

Foto:Mario Fiordelisi


Ambas presidentas depositaron después una ofrenda floral ante la tumba de Juan Pablo II en la cripta de la basílica de San Pedro y a continuación descubrieron una placa conmemorativa en la Casina Pío IV, ubicada en los jardines vaticanos, y en donde se llevaron a cabo las históricas negociaciones guiadas por el cardenal Samoré. La jefa de Estado argentina también se entrevistó con el Secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, con quien dialogó sobre diversos temas.


Fuente: Agencias




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