Urribarri en su laberinto político

"Primero fueron las contundentes encuestas, que lo ponen tercero a Urribarri y muy lejos de Busti. Después llegó el anuncio de que si las elecciones son en marzo, el ex gobernador se va por fuera. Y, coronando la semana, se formalizó el estratégico acuerdo del intendente de Paraná, José Carlos Halle, con el Peronismo Federal, con la presencia especial de Alfredo De Ángeli en la reunión.

En el medio de las movidas, la Corte de la Haya saca un fallo que no conforma a nadie, menos al pueblo de Gualeguachú, generando un evidente contraste entre la vocación dialoguista del kirchnerismo con Mujica con el ánimo social de los entrerrianos.

Hoy el urribarrismo parece estar perdido en el laberinto de su iniciativa, dudando acerca de que es lo más conveniente. Si es mejor ir a marzo a una partida casi imposible, con el riesgo de perderlo todo y enfrentar una larga y compleja transición, o aguantar hasta octubre, asegurando la gobernabilidad hasta donde más se pueda.

El escritor, poeta e intelectual peronista, Leopoldo Marechal, señalaba que "de todo laberinto se sale por arriba". Pero en política, se sale por arriba sólo de la mano del pueblo, cuestión para tener en cuenta en las decisiones que se tomarán en un futuro muy cercano.

De la Redacción de La Opinión Popular
Las dudas del gobernador

Como pocas veces en lo que va de su gestión, Urribarri se mostraba seguro del camino a seguir, realizó movimientos políticos audaces y avanzó sobre distintos actores con una eficacia desconocida. Su entorno se mostraba confiado y el 2011 era un camino vislumbrado.

Pero como la política se juega en un tablero dinámico, donde a cada acción le corresponde una reacción, Jorge Busti movió algunas de sus fichas y derrumbó muchas de las certezas que el urribarrismo había construido como si las mismas no fueran nada más que castillos en el aire.


La batalla que imaginó Urribarri

Para comprender la situación es importante reconstruir, en términos hipotéticos, lo que el urribarrismo diagramó como escenario para enfrentarse con Busti y Benedetti.

1. Impulsarían elecciones anticipadas. Querían evitar más desgaste de la gestión e impedir que se consoliden los otros armados políticos. Ordenando su tropa bajo el eje municipio-provincia-nación se simplificaría su trabajo. Confiaban que se podrían despegar del kirchnerismo y hacer una elección "provincializada", por más ilusorio que parezca. Marzo no era una fecha ideal, pero era la que tenían al alcance de la mano dada la correlación de fuerzas en la legislatura y su dinámica política. Con "no hacer nada", era suficiente.

2. Querían internas partidarias, con Busti compitiendo adentro del PJ. El otro punto saliente del esquema era la idea de que Busti jugaría por dentro del PJ, compitiendo en una interna del justicialismo contra Urribarri a fines de este año. Luego de una supuesta victoria interna, garantizada por un "aceitado aparato", se lanzarían contra la UCR y una oposición atomizada con posibilidades ciertas de ganar las elecciones.

Esta era la hoja de ruta que trazó el urribarrismo cuando vio naufragar la posibilidad de la Ley de Lemas como remedio para su situación política. Si es posible o no, era otra discusión.


Una fecha en soledad

Busti, leyendo con claridad lo que pretendían hacer con la fecha, elaboró un proyecto propio donde adhería a la Ley Nacional (bautizada oportunamente como Ley Kirchner), pegando así las elecciones provinciales a las nacionales (agosto-octubre de 2011). Sin muchos movimientos lo aprobó rápidamente en Diputados y lo giró a Senadores, donde hoy están puestas todas las luces.

En la Cámara de Senadores está la llave electoral de la provincia. Todos los trascendidos indican que Urribarri tendría una leve mayoría sobre Busti, por lo que cajonearía el proyecto o lo rechazaría, dependiendo de la estrategia definitiva que suscriba el oficialismo, la cual se esbozará en la reunión que el martes tendrá Urribarri con los senadores que hoy le responden.

Pero el proyecto de Busti evidenció dos cosas: la primera fue hacer las veces de termómetro de la interna peronista. Segundo, y más importante, mostró la soledad política con la que se mueve el urribarrismo en este tema.

En Diputados, la negativa al proyecto del urribarrismo fue casi unánime. Únicamente fue avalada por De la Fuente con argumentos tangenciales. Ni la UCR ni el megabloque del Peronismo Federal quieren las elecciones en marzo. En Senadores, sus quimeras penden de dos hilos, dado que en cualquier momento puede perder la precaria hegemonía que hoy tiene.

Ninguna fuerza política opositora acompaña la iniciativa oficial. Nadie, sacando el oficialismo -que ya no expresa a todo el peronismo-, quiere elecciones en marzo. Con este contexto de resistencias Urribarri dispondría la fecha de elecciones.


Cáceres, Cresto, Allende: un armado que no puede ser

Siguiendo el plan, Urribarri acordó con Juan Carlos Cresto y lo promovió a la presidencia de la CTM de Salto Grande; sumó a la hermana del titular de UPCN, José Allende, al gabinete y avanzó en un acuerdo político con el presidente del Bloque de Diputados del PJ.

También incorporó al presidente del PJ entrerriano, José Cáceres, a su gobierno, nombrándolo al frente del Ministerio de Desarrollo Social, designación que ganó muchas simpatías dentro del peronismo, por el reconocido perfil militante de Cáceres como por lo pobre y criticada que fue la gestión de su antecesor, Ángel Giano.

Independientemente de la evaluación de cada uno de los actores que el gobernador va incorporando a su armado, lo cierto es que todos ellos adquieren su real dimensión en la lógica de un escenario de internas partidarias. Y eso es lo que Urribarri pensó al momento de sumarlos a sus filas.

El urribarrismo celebraba cada una de estas designaciones como si fueran triunfos electorales, la tropa propia veía esto como un avance decidido sobre el bustismo y pensaba que las chances de Urribarri en una interna "mano a mano" con Busti crecían geométricamente con estos pases de dirigentes al oficialismo.

Uno de los principales referentes del urribarrismo nos confesó que "el Pato ya tienen un armado en toda la provincia, ya está cerrando la lista de diputados y nada lo va a frenar. Está todo atado, si vemos departamento por departamento, Busti se está quedando solo. Todos los intendentes están acá y los principales dirigentes. Hoy, Urribarri le gana una interna", afirmó entusiasmado el funcionario.


Busti patea el tablero

Todo venía "viento en popa" hasta que Busti dejó claro que si las elecciones son en marzo del 2011, él y los suyos se van por afuera del PJ. Previsible, pero inesperada a la vez, la noticia dejó un tanto perplejo al urribarrismo que todavía no parece creer que el ex gobernador definitivamente consume su amenaza.

Es que, con esta movida, Busti patea el tablero, cambia la lógica de los armados e invierte las prioridades. La construcción de Urribarri se evapora porque un armado para la batalla interna no sirve si no hay guerra.

Desde el oficialismo no saben qué hacer, no preveían este escenario. Más desorientados quedaron cuando las encuestas marcaron que la gente votaría por Busti, aun por fuera del PJ; y que el propio Peronismo Federal tiene mejor imagen que el mismísimo PJ oficial (35% a 9%, acorde a la encuesta de Remedi que mencionamos en la anterior editorial provincial de La Opinión Popular).


Dos trompadas al hilo

Como parte de su contraofensiva, Busti redobló la apuesta con el Peronismo Federal, lo trajo a Sarguini y Amadeo -dos cuadros de gestión del Peronismo Federal- al Teatro 3 de Febrero a una jornada sobre "Federalismo y Desarrollo Social". La noticia no fue el concurrido panel en sí mismo, sino las presencias especiales.

La primera de ellas, ab initio, fue la de los principales dirigentes del "campo" en el evento. Dentro de ellos, se destacaba un cómodo y relejado Alfredo De Ángeli. Pero sin dudas, fue la segunda visita, la de José Carlos Halle, la que sacudió la interna del PJ y se convirtió en la noticia política de la semana.


Halle, ¿el primero?

El intendente de Paraná, José Carlos Halle, confirmó lo que ya muchos sabían: su pertenencia al bustismo. Lo hizo en acto multitudinario en el club Olimpia, el más grande de los organizados por una figura política estrictamente local en los últimos tiempos.

La decisión de Halle es un alerta de tormentas para el urribarrismo. Es el primer intendente que manifiesta abiertamente su apoyo a Jorge Busti y al Peronismo Federal. Un precedente altamente peligrosos que puede sentar las bases de un desbande en el urrikirchnerismo.

La decisión del jefe comunal paranaense también tiene trascendencia nacional. Es el primer intendente peronista de una capital provincial que se le subleva al kirchnerismo y el primer pase de peso que concreta el Peronismo Federal en términos de dirigentes ocupando cargos con responsabilidad de gobierno.

Con poco, Busti y Halle producen la novedades más saliente del escuálido repertorio de noticias que puede exhibir el nonato armado del peronismo no K a nivel nacional.


Marchas y contramarchas

En el medio de tantas dudas, el extraño modus operandi del urribarrismo es un tema para analizar. Tal como lo fue con la Ley de Lemas, el gobernador se mantiene en silencio, deja hacer a gente de su círculo político más cercano, avanzan y tejen en ese orden, pero ante resistencias, el gobernador sale al ruedo público y se desentiende de las operaciones o avanza en sentido totalmente contrario descalificando la iniciativa.

Este "estilo" de operatorias llamó la atención de muchos actores políticos que contemplan maniobras confusas, hasta contradictorias o declaraciones que no se condicen con los hechos. Algunos lo denominaron como "globos de ensayo"; otros lo atribuyen a dudas e incertidumbres; y algunos "gurkas" del urribarrismo probablemente lo hayan vinculado a maniobras "brillantes" del mandatario provincial, llenas de "sorpresa" y ductilidad política.


"Urribarri está atribulado"

Ante una consulta efectuada por La Opinión Popular, referente a esta cuestión de los "modos políticos", uno de los principales dirigentes del PJ entrerriano sentenció: "lo que pasa es que Urribarri está atribulado".

Para quien no lo sabe, atribulado viene de tribulación (del latín tribulatio), y según la Real Academia de la Lengua Española significa "congoja, pena, tormento o aflicción moral", o "persecución o adversidad que padece el hombre". En la síntesis de los dos significados del concepto estaría la explicación del actual estado político del mandatario provincial.

Para nuestro entrevistado, "Urribarri no sabe qué hacer. No termina de comprender la real dimensión de lo que implica que Busti se vaya por afuera. Y encima ve que a Jorge le es indistinta la fecha de las elecciones, a pesar de los planteos que haga de manera pública. Y cuando aparecen las encuestas que lo dan muy abajo, directamente Urribarri se paralizó. Es un escenario muy complejo y no hay respuestas sencillas si él quiere continuar con su candidatura. Tampoco las tendrá si decide bajarla. Se ha puesto muy cuesta arriba", concluye. Panorama desolador.


Busti se va por fuera de Urribarri

Lo que no pueden terminar de comprender en el urribarrismo es que Jorge Busti no quiere ir con ellos, que está lejos de sus intenciones la de compartir una interna o ir en alguna boleta por algún motivo con el kirchnerismo.

Da la impresión que lo tiene resuelto, no se va por fuera del PJ: se va por fuera de Urribarri y el kirchnerismo. "Si Urribarri haría un frente transversal y se desembaraza del peronismo, Busti se haría más ortodoxo que nunca", grafica un hombre del entorno del ex gobernador.

Es cierto que en política es duro para alguien asumir que otro no quiere ir junto con él, por más barato que le salga. Tal vez allí esté una de la razones por las cuales le cueste al urribarrismo comprender esta realidad. Pero lo cierto es que eso es hoy lo que le conviene a Busti, según lo que las encuestas ya le están marcando y lo que la experiencia del 28 de junio le dejó. Busti quiere ser una cosa distinta que Urribarri, en todo sentido.


Ni el aparato interesa

Cuando desde el urribarrismo enumeran las virtudes que tienen como fuerza -que implicarían también buenos motivos para que Busti acuerde reglas de juego con ellos- la primera que se les viene a la boca es la larga enumeración de dirigentes, especialmente intendentes, que tienen en su haber.

Desde del bustismo repiten, una y otra vez, que el esquema que plantean desde el oficialismo es mucho peor que el de la "Cafieradora", en alusión al armado del ex gobernador de Buenos Aires que contando con la mayoría de la oficialidad peronista perdió la interna con Carlos Menem a fines de la década del 80.

"El kirchnerismo en la provincia es una suma de dirigentes con un candidato sin votos, podrán mantener la apariencia de poder por un tiempo pero en la medida que nos acerquemos a las elecciones se irá vaciando paulatinamente porque no hay aparato que valga cuando la gente no te quiere votar", suscribe un dirigente. Las encuestas rubrican el juicio categórico que concibió.


¿Marzo u octubre?

Con esta perspectiva tan adversa, Urribarri parece tener dos rutas para salir del laberinto que lo tiene atribulado.

Puede ir a fondo con las elecciones en marzo. A pesar de las señales negativas que recibe, puede mantenerse aferrado al plan original y pisar el acelerador de la mano del kirchnerismo. Tiene grandes riesgos, el primero es el de una derrota (que señalan todas las encuestas) y una transición prolongada que será letal para poder culminar su gestión y para su futuro político.

Puede perder con Busti o con Benedetti (o el candidato que el pan radicalismo promueva). Si lo hace con el peronista, seguramente sea más benévolo para con su persona. Igual, su futuro correrá una suerte similar a la de Mario Moine luego de su derrota: un largo y prolongado ostracismo.

O puede esperar, ir a octubre o negociar una fecha intermedia en acuerdo con otros sectores políticos. Esta alternativa le garantizaría gobernabilidad por mayor tiempo, extendiendo su poder hasta la fecha definitiva de las elecciones, evitando una transición prolongada desgastante.

Es cierto que correr la fecha de los comicios complicaría su armado político, ya que no podrá retener tanto a los intendentes y dirigentes prendidos por la "caja". También le dará a Busti y Bendetti la posibilidad de armar más tranquilamente. Son elementos que conspiran contra su reelección, pero eso es algo que el kirchnerismo dinamita mejor que nadie por su carácter de salvavidas de plomo electoral.

Pero también es verdad, dejando de lado la hipótesis de la reelección, que un margen mayor de tiempo le dará la posibilidad de organizar una retirada inteligente, replegándose y diferenciándose algo al menos del kirchnerismo y promoviendo una interna transparente en el PJ, facilitando una sucesión partidaria en el gobierno.


Botnia: Falló la Corte de la Haya

En el medio de todo esto, y luego de una larga espera, se conoció el fallo del Tribunal de La Haya sobre el diferendo con la República del Uruguay por la instalación de la pastera Botnia frente a Gualeguaychú.

Ya no hay dudas: quedó claro -y lo estuvo para muchos desde hace tiempo- que después de la sentencia del tribunal internacional la planta de Botnia seguirá funcionando en el mismo lugar en que se encuentra. A pesar de que se dictaminó que el tratado del Río Uruguay fue violado por el hermano país vecino.

Mirada con la tranquilidad de la distancia, el caso es un ejemplo de la primacía de la coyuntura política domestica sobre la visión estratégica que debería tener el gobierno nacional.

El respaldo incondicional dado por el kirchnerismo, en una primera instancia, a la asamblea de Gualeguaychú nada tuvo que ver con un análisis a fondo del problema y de sus consecuencias ni de una correcta estrategia política internacional con el Uruguay, ni judicial en La Haya.

Hay un pueblo que sufre como una condena personal el fallo. Gualeguaychú resistirá y seguirá en el corte contra lo que para todos es un fallo que no conforma, ni satisface las demandas de justicia.

Los actores políticos locales se pronunciaron. Busti acompañó la multitudinaria marcha al puente internacional y ratifico su compromiso con la lucha de la causa contra la contaminación. Bendetti junto a figuras de la UCR hicieron, sin tanta contundencia, lo mismo.

Urribarri por su parte, quedó en el medio de las necesidades del kirchnerismo, y con declaraciones ambiguas no convenció a la Asamblea cuando les dijo "misión cumplida".

Es que, para romper con cierto aislamiento internacional, y también para conseguir la presidencia del UNASUR para Néstor Kirchner, el gobierno nacional decidió acordar con el gobierno uruguayo y en ese orden cerrar el conflicto de Botnia es prioritario en su agenda.

La estrategia confina necesariamente a Urribarri, quien seguramente es consciente del rechazo que el fallo tiene en el pueblo de Gualeguaychú, pero que una vez más parece no poder hacer nada para bloquear los deseos del matrimonio presidencial y dejar, de esa manera, de cosechar rechazo popular.


Urribarri, Dédalo y el Minotauro

Dédalo, en la mitología griega, construyó para sí y su hijo Ícaro unas alas con las que volando, salió por arriba del laberinto de Creta. En la política de las democracias modernas, salir por arriba de un laberinto debe implicar siempre construir una salida que involucre el apoyo del pueblo o un acto de grandeza política.

Urribarri tiene que definir que hace en el corto plazo. O va con todo a marzo o "para la pelota" y busca una salida que le garantice mantener el poder el mayor tiempo posible. Estos caminos se entrecruzan y encierran hoy al gobernador en un su laberinto político.

Saldría por arriba en marzo o en octubre si ganara la elección. Lo haría también si renuncia al proyecto reeleccionista, se pone al costado y garantiza una sucesión pacifica. Para muchos, la primera es hoy casi imposible y plantear siquiera la segunda es una verdadera ingenuidad. De ser así, sabemos que no hay alas para salir de este laberinto, Urribarri lo seguirá recorriendo con una fecha de elecciones que lo acecha como un Minotauro furioso."





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